LAS PEÑAS Y EL AMOR POR SU PUEBLO

El pasado 6 de septiembre, la Secretaría de Estado de Turismo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo declaró las Fiestas del 2 de Mayo de Móstoles como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Los festejos en honor a nuestros históricos alcaldes, quienes se sublevaron contra todo un gran ejército como fue el de Napoleón, recibían el mayor reconocimiento posible a nivel nacional. Un título que reconoce su valor cultural, sus características de tradición popular y el especial atractivo turístico de estas fiestas que atraen cada año a miles de personas.
Precisamente hoy, a las ocho de la tarde, quizás a las ocho y media, deberían comenzar estas primeras fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional, que fueron suspendidas el pasado 26 de marzo por la crisis del Coronavirus siendo la primera vez que no se celebran desde la Guerra Civil.
Con una plaza del Ayuntamiento a rebosar y un pregonero a la altura del municipio, miles de mostoleños abarrotarían la céntrica plaza para dar la bienvenida a cuatro días de celebración y homenajes. Partícipes de ese ambiente festivo a lo largo y ancho de la ciudad son las Peñas de Móstoles, que ataviadas con sus casacas y pañuelos llenan de color y alegría las calles. Sin duda, sus peñeros serán quienes más echen de menos las fiestas, sus fiestas. En ellas no solo disfrutan, sino que hacen disfrutar al resto de los mostoleños. Sin lugar a dudas, las peñas son un pilar fundamental en nuestro municipio.
A pesar del confinamiento al que nos vemos sometidos, varias Peñas han sido las que no han querido dejar pasar esta semana grande y han organizado unas fiestas versión ‘Estado de Alarma’. Vía telemática, los peñeros llevarán a cabo hasta el domingo las diversas actividades que han preparado y que, en muchos casos, podrán seguirse a través de las redes sociales. Concursos de baile, de comida, música en directo o juegos infantiles son algunas de las actividades que disfrutarán en estas peculiares fiestas.
Sin embargo, siempre es bueno recordar que ser peñero no es estar solo en las fiestas vaso en mano hasta que salga el sol. Ser peñero también es pasar una gélida mañana de diciembre recogiendo juguetes para los más pequeños del municipio. Ser peñero también es organizar actividades de cualquier tipo con el único objetivo de recoger kilos y kilos de alimentos para los más necesitados. Ser peñero es mirar por su pueblo. Ser peñero también es, como hemos podido ver estas últimas semanas, estar de sol a sol fabricando más de 73.000 mascarillas para toda la ciudadanía o iniciar una campaña de recaudación de fondos y destinar unos 20.000 euros a la compra de material para los dos hospitales de la ciudad que tan necesitados se han visto.
Quizás muchos desconozcan la inmensa labor que realizan. A pesar del amor a su querido pueblo, muchas veces han tenido escuchar ciertos descalificativos. En algunos casos, de manera incomprensible, han llegado a salir de la boca de importantes personalidades políticas locales. No, no son solo esos que van vestidos de colores en mayo y septiembre. Las peñas van más allá. Las Peñas viven por y para Móstoles. Es una realidad de la que nadie puede tener la mínima duda. Los peñeros aman a su pueblo y a su gente y, como apuntó un conocido portero en su día, dicen con orgullo: “Soy de Móstoles”.
Lamentablemente, la grave situación que atraviesa el país ha obligado a suspender esta edición de las Fiestas del 2 de Mayo, pero los peñeros han vuelto a demostrar en una situación crítica que son el ‘Frente Popular’ de la ciudad con sus acciones de solidaridad fusionando todos los colores de sus pañuelos en un arcoiris de esperanza. Un agente social de primer orden con una fuerza de movilización increíble en Móstoles.
No habrá espíritu festivo, pero el amor de las Peñas por su ciudad sigue más latente que nunca en este confinamiento. Saldremos de esta guerra y volveremos con más ganas que nunca para celebrar la normalidad perdida y para recordar como se merecen a todos los seres queridos -algunos insignes peñeros- que hemos perdido ante este enemigo invisible.
¡Vivan las Peñas!
¡Felices fiestas mostoleños!
Precisamente hoy, a las ocho de la tarde, quizás a las ocho y media, deberían comenzar estas primeras fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional, que fueron suspendidas el pasado 26 de marzo por la crisis del Coronavirus siendo la primera vez que no se celebran desde la Guerra Civil.
Con una plaza del Ayuntamiento a rebosar y un pregonero a la altura del municipio, miles de mostoleños abarrotarían la céntrica plaza para dar la bienvenida a cuatro días de celebración y homenajes. Partícipes de ese ambiente festivo a lo largo y ancho de la ciudad son las Peñas de Móstoles, que ataviadas con sus casacas y pañuelos llenan de color y alegría las calles. Sin duda, sus peñeros serán quienes más echen de menos las fiestas, sus fiestas. En ellas no solo disfrutan, sino que hacen disfrutar al resto de los mostoleños. Sin lugar a dudas, las peñas son un pilar fundamental en nuestro municipio.
A pesar del confinamiento al que nos vemos sometidos, varias Peñas han sido las que no han querido dejar pasar esta semana grande y han organizado unas fiestas versión ‘Estado de Alarma’. Vía telemática, los peñeros llevarán a cabo hasta el domingo las diversas actividades que han preparado y que, en muchos casos, podrán seguirse a través de las redes sociales. Concursos de baile, de comida, música en directo o juegos infantiles son algunas de las actividades que disfrutarán en estas peculiares fiestas.
Sin embargo, siempre es bueno recordar que ser peñero no es estar solo en las fiestas vaso en mano hasta que salga el sol. Ser peñero también es pasar una gélida mañana de diciembre recogiendo juguetes para los más pequeños del municipio. Ser peñero también es organizar actividades de cualquier tipo con el único objetivo de recoger kilos y kilos de alimentos para los más necesitados. Ser peñero es mirar por su pueblo. Ser peñero también es, como hemos podido ver estas últimas semanas, estar de sol a sol fabricando más de 73.000 mascarillas para toda la ciudadanía o iniciar una campaña de recaudación de fondos y destinar unos 20.000 euros a la compra de material para los dos hospitales de la ciudad que tan necesitados se han visto.
Quizás muchos desconozcan la inmensa labor que realizan. A pesar del amor a su querido pueblo, muchas veces han tenido escuchar ciertos descalificativos. En algunos casos, de manera incomprensible, han llegado a salir de la boca de importantes personalidades políticas locales. No, no son solo esos que van vestidos de colores en mayo y septiembre. Las peñas van más allá. Las Peñas viven por y para Móstoles. Es una realidad de la que nadie puede tener la mínima duda. Los peñeros aman a su pueblo y a su gente y, como apuntó un conocido portero en su día, dicen con orgullo: “Soy de Móstoles”.
Lamentablemente, la grave situación que atraviesa el país ha obligado a suspender esta edición de las Fiestas del 2 de Mayo, pero los peñeros han vuelto a demostrar en una situación crítica que son el ‘Frente Popular’ de la ciudad con sus acciones de solidaridad fusionando todos los colores de sus pañuelos en un arcoiris de esperanza. Un agente social de primer orden con una fuerza de movilización increíble en Móstoles.
No habrá espíritu festivo, pero el amor de las Peñas por su ciudad sigue más latente que nunca en este confinamiento. Saldremos de esta guerra y volveremos con más ganas que nunca para celebrar la normalidad perdida y para recordar como se merecen a todos los seres queridos -algunos insignes peñeros- que hemos perdido ante este enemigo invisible.
¡Vivan las Peñas!
¡Felices fiestas mostoleños!